Seguir al Señor es una invitación y un reto.
El programa de formación para diáconos tiene muchos desafíos. Está diseñado para profundizar el sentido espiritual de un individuo, a la vez que se prepara al candidato para ser un ministro público en la Iglesia. Durante un período de cinco años, el candidato desarrolla los aspectos humanos, intelectuales, espirituales, litúrgicos...